En términos de lo que establece esta norma, implantar el Nivel 1 de capacidades implica que se asignen roles de trabajo a los colaboradores de los procesos de producción de software, para que realicen actividades conforme lo señala la norma y se produzcan los documentos necesarios para que dichos procesos cumplan su propósito. De una forma simple, esto significa que una empresa con capacidades de Nivel 1 “tiene la capacidad de terminar lo que se inicia”.
Sin embargo, la capacidad de “terminar lo que se inicia”, si bien ya implica que se trabaja con orden y disciplina (que por lo menos no deja las cosas incompletas), no corresponde a una capacidad suficiente para competir, porque el mercado requiere el compromiso en tiempos y costos específicos en los proyectos y las empresas deben poder cumplir con ellos, lo cual implica que deben continuar funcionando eficientemente a pesar de cualquier problema o eventualidad.
Cuando una empresa está en el Nivel 1 de capacidad, si bien termina lo que inicia, muchas veces esto no sucede en el tiempo y costos establecidos, aún se realizan muchas actividades “informales”, que se pierden cuando la gente no se encuentra presente porque está de vacaciones o simplemente visitando a algún cliente. En implantaciones de Nivel 1 es frecuente encontrar que los documentos se realizan en papel y se guardan en archivos muertos de difícil acceso y control, y estas debilidades se manifiestan en cuanto el director, los clientes, los licitadores, les preguntan por información relevante o estadística que permita ganar contratos y no se tenga la capacidad de proporcionarla con la oportunidad requerida.
Es por ello que le Nivel 1 representa que una empresa ya trabaja con el orden de la norma, pero está aún lejos de tener capacidades que se puedan considerar internacionalmente competitivas.
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